Las finanzas de tu negocio están compuestas por dos partes: los activos y los pasivos. Mientras más activos y menos pasivos aparezcan en el balance general, más saludables se considerarán las finanzas de la empresa. Los equipos de contabilidad deben registrar con cuidado como débitos y créditos las adquisiciones, las deudas, las cuentas de gastos, las inversiones de capital y demás transacciones de la empresa.
La palabra “débito” es tan antigua como la disciplina de la contabilidad. Ahora bien, es posible que su definición no quede clara para todos los propietarios de pequeñas y medianas empresas. Quizás débito te suene a algo que debes, pero en realidad es lo opuesto.
El débito y el crédito son esenciales para el balance de las cuentas de una empresa. Un débito es un asiento contable creado para indicar ya sea un aumento de los activos o una disminución de los pasivos en el balance general del negocio. Por su parte, los créditos funcionan de manera opuesta.
Cuando la suma total de los débitos y los créditos coincide, quiere decir que las cuentas de la empresa están balanceadas.
Ejemplo de débito
Siempre que el negocio cree un débito, se debe crear un crédito en otra parte.
Por ejemplo, supongamos que administras una tienda que vende camisetas. Si el total de camisetas que vendes suma $1,000, significa que tienes $1,000 más en la cuenta de caja. Sin embargo, esos $1,000 no salieron de la nada. Ahora te faltan $1,000 en las existencias. En este sentido, compensarías este débito en la cuenta de caja con un crédito de $1,000 en la cuenta de inventario o de activos.
Ahora bien, si necesitaras financiar un equipo nuevo para el negocio, tendrías que crear un débito para la cuenta de activos fijos y un crédito en los pasivos para registrar esta deuda de manera adecuada. También se pueden agregar cuentas nuevas de crédito y débito para hacer un seguimiento de la depreciación del activo nuevo. Se debitará el gasto de depreciación a la vez que se crea un crédito para la depreciación acumulada.
De manera similar, si inviertes en un nuevo producto de software como servicio (SaaS, por sus siglas en inglés), tendrás que crear un crédito para la cuenta de caja y su débito correspondiente para la cuenta de activos cada mes, trimestre o año, según las condiciones de pago.
Consulta nuestras condiciones de pago.
¿Qué es la contabilidad por partida doble?
Quien primero empezó a usar la contabilidad por partida doble fue el monje franciscano Luca Pacioli en el siglo XV. Esta fue la primera instancia en la que se emplearon los términos “débito” y “crédito” (del latín debitum y creditum).
La contabilidad por partida doble considera que toda transacción tiene dos lados: un crédito y un débito. Siempre que se crea un débito en alguna parte del negocio, es inevitable que se cree un débito en otra parte (como en los ejemplos anteriores).
Cuando el equipo de contabilidad utiliza sistemas de partida doble, crea un recurso llamado cuenta T. En su forma más sencilla, esta cuenta tiene la apariencia de una letra T mayúscula y se utiliza para dividir los créditos de los débitos. De esa manera, el débito se ingresa en el lado izquierdo de la gráfica a la vez que el crédito se registra del lado derecho.
Preguntas frecuentes sobre los débitos
¿Qué es un débito pendiente?
Un débito pendiente es aquel que no cuenta con un crédito que lo pueda compensar. Suele ocurrir cuando un negocio compra un fondo de comercio al adquirir otra empresa. Los débitos pendientes suelen registrarse como deducciones de la cuenta de patrimonio de la empresa.
¿Qué es una nota de débito?
Las notas de débito se utilizan para demostrar que una empresa creó un asiento de débito legítimo en una transacción de negocio a negocio (B2B, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, si necesitas devolver productos a un proveedor, tendrás que crear una nota de débito para validar el importe reembolsado a la empresa.
¿Qué son las contracuentas y cómo funcionan?
Las contracuentas se utilizan para reducir el valor de cuentas relacionadas. Funcionan en el sentido opuesto a las cuentas normales. Así, en una contracuenta, un débito disminuirá el valor de un activo en lugar de aumentarlo. Suelen usarse para fines de valuación.
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