Malena Vasquez ha estado interesada en la fotografía durante toda su vida. Ha tenido una cámara desde que tiene uso de razón. Empezó con una cámara compacta, pero no creció pensando en su pasión como una posible profesión.
“En América Latina, no puedes considerar ningún tipo de arte como una carrera”, dijo Vasquez. “Entonces, nunca pensé que podía tener un negocio y ganar dinero”.
Eso cambió cuando sus hijos se iban a la universidad, y buscaba una opción profesional con un horario flexible. Esto la llevó al sector inmobiliario. Después de obtener su licencia, Vasquez buscó fotógrafos de rostros que su empresa inmobiliaria le remitió, pero todos estaban ocupados.
“Me di cuenta de que estaban cobrando mucho dinero por las fotografías de rostros”, dijo. “Y yo pensé, ‘¿por qué? ¿Por qué alguien va a pagar todo ese dinero por una fotografía? Puedo hacerlo yo misma. Tengo una cámara profesional, tengo un lente profesional. Lo voy a hacer yo misma’”.
Luego de seis años en su nueva carrera exitosa, Vasquez comparte sus consejos para entrar en el sector de la fotografía de rostros, conectar con clientes y hacer crecer un negocio de servicios profesionales.
1. Haz tu investigación
Vasquez empezó con búsquedas en línea de todo lo relacionado con la fotografía de rostros y se encontró con el experto Peter Hurley, que ofrece videos en línea y talleres presenciales.
“Cuando empecé a mirar sus videos y ver cómo se conectaba con la gente, no se trataba solo de tomar una fotografía”, dijo. “Eres más un terapeuta que un fotógrafo. Cuando tienes las habilidades técnicas, solo se trata de conectar con la persona con la que trabajas. Fue increíble. Y yo dije, ‘Quiero hacer esto. Lo haré’”.
Vasquez intentó tomar su propia fotografía de rostro con la ayuda de una amiga, pero la primera tanda no salió como quería. Consideró estirar su presupuesto e ir a uno de los talleres de Hurley; sin embargo, antes de pagarlo con su tarjeta de crédito, le envió un correo electrónico para pedirle un consejo.
“Me respondió el correo electrónico enseguida”, dijo. “Estaba sorprendida”.
Hurley sugirió que empezara con sus cursos en video primero y que dejara los talleres para más adelante. También se unió a una comunidad de fotógrafos de rostros que la ayudó a aprender y hacer conexiones. Empezó a practicar más, le pedía a cualquiera que pisara la puerta de su casa que la dejara hacerle un retrato de su rostro para crear su portfolio.
2. Haz que los clientes se sientan cómodos
Vasquez dijo que lo más importante de su trabajo es la manera en que se conecta con sus clientes.
“Trato a todos por igual”, dijo. “No me importa si es el director ejecutivo de una empresa gigante o si es la secretaria o la recepcionista. No me importa. Trato a todos como seres humanos y trato de que se vean lo mejor posible. Y siempre les digo, ‘Si no eres director ejecutivo, quiero hacer que te parezcas a uno’. Fingirlo hasta que lo seas, digamos”.
Si entra un nuevo cliente al que parece que le incomoda ser fotografiado, Vasquez sacará una pequeña charla rápidamente para distraerlo de cualquier estrés por estar frente a una cámara.
“Después de establecer esa primera conexión, me hago una idea de cómo reaccionan”, dijo. “Ves cuando las personas son tímidas, cuando son extrovertidas, si están incómodas. Lo primero que dice la mayoría de las personas cuando entran es: ‘Solo para advertirte, no soy una persona fotogénica. Seré un problema. No me vas a poder sacar una buena foto’. Yo me río y digo: ‘Sí, sí, el 99% de mis clientes dicen eso. Te voy a demostrar que te equivocas’”.
A Vasquez también le gusta hablar con los clientes acerca de sus negocios y para qué van a usar las fotografías de sus rostros. Les pide a los clientes que traigan varios atuendos y les ayuda a decidir qué prendas tienen más sentido para las distintas audiencias.
Comienza a fotografiar, animando a sus clientes a seguirle el juego si les pide que hagan poses raras, hasta obtener una buena toma.
“Cuando tengo una fotografía, las imágenes salen en la pantalla en tiempo real”, dijo Vasquez. “Entonces, los hago venir a verlas y les muestro la diferencia, y eso hace que se dé un cambio. Si aún dudaban, para ese entonces, todo el miedo se va, porque ven una fotografía y se sienten como, ‘Ay, Dios mío. ¿Esa persona soy yo? Ah, guau’”.
3. Tómate tu tiempo
Como cada cliente tiene diferentes necesidades para obtener la fotografía adecuada, Vasquez dijo que la paciencia es clave para tener una sesión exitosa.
“Si hay alguien que tiene más dificultad para sentirse cómodo, le transmito buenas energías. No me pongo impaciente. Les digo que no se preocupen. Eso les pasa a muchos y es normal, nadie está acostumbrado a estar frente a la cámara. Especialmente, si son clientes corporativos, odian estar en frente de la cámara. Y les digo, ‘Es mi trabajo. Tomo fotografías a personas normales todos los días; no le tomo fotografías a modelos, a personas perfectas que están todo el tiempo frente a una cámara. Les tomo fotografías a personas normales en la calle y trato de que se vean perfectas’”.
“Es más como enamorarse de ellos mismos otra vez y recibir un impulso de confianza en sí mismos, y funciona. Cuando las personas se sienten así al principio, el resto de la sesión fluye sin problemas”.
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4. Focalízate en el crecimiento
Vasquez comenzó con un estudio en casa y empezó a cobrarles a los clientes aproximadamente un año más tarde, después de que se sintiera cómoda con todo lo que había aprendido. Eso, finalmente, la llevó a tener una oficina y, con frecuencia, duplicar sus ingresos año tras año.
Trabajar con clientes corporativos y en grandes conferencias fue un área clave para su crecimiento.
“En conferencias grandes, con muchas personas, tengo como cinco o diez minutos por persona”, dijo. “Eso no es difícil, porque mientras esperan su turno, las personas ven las fotografías de los demás. Así que es más fácil. Ya saben que puedo tomar buenas fotografías. Luego, una vez que los dos o tres primeros han terminado y ven sus fotos, van y le dicen a todo el mundo que lo haga también.
Aunque el precio de las reservas de Vasquez incluyen una fotografía de rostro, tiene un Square Reader a mano en todas sus sesiones. A muchos clientes les terminan gustando varias fotografías cuando van a seleccionarlas al final de las tomas. Quieren opciones para diferentes audiencias y escenarios comerciales. Esto ayuda a Vasquez a generar más ganancias en cada sesión.
Aquí encontrarás algunas otras formas en que Vasquez pudo hacer crecer su negocio y su base de clientes desde que comenzó:
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Uso de promociones por redes sociales y recomendaciones, principalmente, por LinkedIn, Instagram y Facebook.
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Establecimiento de contactos con organizadores de eventos y ofrecimiento de fotografías de rostro en sus eventos corporativos. Vasquez saca las fotografías gratis y se las cobra a los clientes si las quieren (después de verse en la pantalla, la mayoría las quiere, afirma ella).
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Creación de una lista de correos de posibles clientes a partir de estos eventos y otras oportunidades de creación de redes de contacto, en las que se ofrecen sesiones con descuento mediante correos electrónicos masivos.
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Creación de una experiencia de reservas en línea continua.
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Foco en la optimización de motores de búsqueda. Vasquez investigó cómo hacer que su sitio web de fotografía sea uno de los primeros resultados de Google para todos los que busquen “fotografías de rostro en Miami”.