Seguridad de las tarjetas con chip: ¿Por qué el EMV es más seguro?

La seguridad de las tarjetas con chip es la última norma en materia de seguridad de las tarjetas de crédito. Esta norma (denominada EMV®, desarrollada y administrada por American Express, Discover, JCB, Mastercard, UnionPay y Visa) incluye un pequeño microchip en la tarjeta de crédito que protege a los compradores contra las transacciones fraudulentas.

Debido al cambio en la seguridad de las tarjetas de crédito, los bancos están eliminando las tarjetas de banda magnética y favoreciendo estas formas de pago más seguras y autenticadas. Pero, ¿cuál es exactamente el problema de las tarjetas de banda magnética? ¿Y por qué son mejores las tarjetas con chip? Existen varias razones.

En primer lugar, las tarjetas de banda magnética son bastante anticuadas: existen desde la década de 1960 y utilizan la misma tecnología que las cintas de casete. Y, sorprendentemente, Estados Unidos es uno de los últimos países que todavía las tiene. El EMV ha sido el estándar en la mayor parte del mundo durante más de una década (es posible que hayas notado que la norma en algunos lugares como Europa es usar las tarjetas con chip).

Entonces, ¿qué ayuda exactamente a las tarjetas con chip a combatir el fraude?

Características de seguridad de las tarjetas con chip

1. El EMV está diseñado para prevenir el fraude.

Las tarjetas de EMV están diseñadas principalmente para evitar que se lleven a cabo las transacciones fraudulentas que ocurren cuando alguien desliza físicamente una tarjeta falsa en una terminal de pago. Y la tecnología de las tarjetas con chip funciona. En los países que han adoptado el EMV como norma, ciertos tipos de fraude con tarjetas de crédito han disminuido drásticamente.

2. Las tarjetas con chip son muy difíciles de clonar.

Las tarjetas de banda magnética están, como indica su nombre, magnetizadas. Cuando las deslizas, el procesador de pagos lee sus campos magnéticos y los asocia con la información de tu cuenta bancaria. El problema es que los datos son estáticos. Esto permite que los estafadores copien fácilmente tu información en una nueva tarjeta. De hecho, hay algo llamado skimmer, que se consigue o fabrica por tan solo $20, y que puede facilitar esta tarea.

Por otro lado, los datos en las tarjetas con chip cambian constantemente, lo que hace que sean extremadamente difíciles de aislar y extraer. Para robarlos, una persona tendría que entrar en el circuito físico del chip y manipularlo para obtener tu información bancaria. Este nivel de cirugía de datos no solo es realmente difícil, sino que también requiere un conjunto de equipos de alta tecnología que pueden costar más de $1 millón. Ese no es el monto de dinero que el estafador promedio tiene a su alcance.

Acepta tarjetas con chip y Apple Pay en todas partes.

Solicita el lector sin contacto y con chip de Square.

3. Las tarjetas de crédito con chip y PIN disponen de una sofisticada codificación.

Las tarjetas de banda magnética transmiten la información bancaria a la terminal de pago tal como está. Square Reader y Stand cifran esta información cuando la reciben para mantenerla segura. Las tarjetas con chip son diferentes porque tienen un cifrado sofisticado creado dentro del chip. Cuando insertas una tarjeta con chip (se inserta, no se desliza), esta se comunica con la terminal de pago en un lenguaje secreto para asegurarse de que eres tú quien está pagando.

En resumen, ¿qué quiere decir todo esto? Tanto EMV como NFC son formas de pago mucho mejores que las tarjetas de banda magnética. Tú, como pequeño negocio, podrás aceptar ambas. Puedes pedir el lector sin contacto y con chip de Square hoy mismo.

Riesgos de seguridad de las tarjetas con chip

Las tarjetas de crédito EMV de EE. UU. son definitivamente una mejora con respecto a sus equivalentes de banda magnética. Pero eso no significa que puedas bajar la guardia. Las tarjetas de crédito de EE. UU. con chip utilizan una estrategia denominada “chip y firma”, que significa que no es necesario introducir un código PIN para finalizar una transacción.
En Europa, en cambio, ese proceso es ahora la norma y ofrece más seguridad.
En EE. UU., las tarjetas de débito EMV suelen utilizar PIN, pero no todos los bancos han lanzado aún las nuevas tarjetas, ya que prefieren centrarse en impulsar primero las nuevas tarjetas de crédito con chip.

¿Hay otro riesgo potencial para la seguridad? Si una tienda local no tiene un punto de venta habilitado para el chip (lo que significa que no hay una ranura para “insertar” la tarjeta de crédito), entonces hay que utilizar la banda magnética del reverso de la tarjeta y el chip no se activa. Eso significa que no se cuenta con la seguridad adicional del chip.

Por suerte, todos esos riesgos pueden evitarse agregando tus tarjetas de débito y crédito a tu teléfono. Los pagos por móvil no almacenan realmente el número de la tarjeta de crédito del dispositivo. En su lugar, utilizan algo llamado “tokenización” para enviar números temporales que el punto de venta puede utilizar para esa transacción específica. Luego, el número cambia y no se puede volver a utilizar. Además, con los nuevos teléfonos inteligentes, los pagos de Apple y Android utilizan la biometría (huellas dactilares) para hacerlo aún más seguro.

Pronto tendrás que preparar tu negocio para que acepte tanto los pagos NFC (sin contacto) como los pagos EMV.

La seguridad general de las tarjetas de crédito sigue siendo algo a tener en cuenta en 2016. No obstante, con nuevas tecnologías como las tarjetas de crédito con chip y PIN y Apple Pay), la tendencia está definitivamente al alza.