Este artículo se ha creado con fines informativos y no debe entenderse como asesoramiento financiero, legal ni fiscal. Si necesitas ese tipo de asesoramiento para tu negocio, recurre a un profesional.
Sin duda, las cadenas de suministro se han convertido en una ventaja competitiva para las empresas minoristas modernas. Al invertir en tu cadena de suministro, tu negocio estará a la vanguardia de las últimas estrategias operativas y sentará las bases para una cadena de suministro más ágil y sólida de cara al futuro. Para gestionar de manera eficiente los recursos de la empresa y satisfacer la demanda de los clientes, es fundamental abordar estratégicamente y en primer lugar las fases de planificación, abastecimiento y adquisición de la cadena de suministro y los procesos de gestión del inventario. Una vez hecho esto, podrás pasar a la parte más emocionante: la fase en la que tu producto se fabrica y cobra vida.
Comprender la fase de fabricación
En una cadena de suministro, la fase de fabricación comprende la producción y la elaboración de los productos. Por lo general, en esta fase las materias primas o los componentes se transforman en productos acabados y listos para su venta. Si bien las actividades específicas de la fase de fabricación varían en función del tipo de negocio, suelen incluir las siguientes:
● Gestionar los plazos de producción y optimizar la capacidad mediante un plan maestro de producción.
● Mantener los estándares de calidad a través de sistemas de gestión de la calidad.
● Mejorar de forma constante la eficiencia operativa gracias a un proceso de fabricación con certificación ISO.
A la hora de planificar la producción, debes tener en cuenta la previsión de la demanda, los plazos de entrega, la capacidad de producción de tu empresa y la disponibilidad de los recursos necesarios. Puedes aprovechar este momento para revisar los acuerdos con los proveedores alcanzados durante la fase de abastecimiento para asegurarte de que cumplan con los términos acordados.
La importancia de las certificaciones ISO en el ámbito de la fabricación
Las certificaciones ISO son normas internacionales relativas a las prácticas operativas comerciales y son cada vez más importantes en la producción de bienes físicos. El cumplimiento de estas normas es indispensable teniendo en cuenta la geopolítica mundial, la creciente atención que se presta a las prácticas sostenibles y el deseo de transparencia de los consumidores. Por estos motivos, es preferible trabajar con un proveedor que ya cuente con la certificación ISO y que cumpla con la normativa oportuna.
Todas las normas ISO relativas a los sistemas de gestión requieren una mejora constante de los sistemas y prácticas medioambientales de las empresas. Las certificaciones más habituales para las prácticas de la cadena de suministro son la ISO 9001 y la ISO 14001. Tanto la norma ISO 9001 como la ISO 14001 emplean una estructura de alto nivel que se puede integrar fácilmente en cualquier sistema de gestión ISO y que suele ser adecuado para negocios de todos los tamaños.
¿En qué consiste la norma ISO 9001?
La norma ISO 9001 especifica los requisitos para un sistema de gestión de la calidad y genera confianza en torno a la entrega y el rendimiento tanto de los productos como de los servicios. Además, ayuda a garantizar que las empresas cumplan con las exigencias de los clientes y las expectativas respecto a los productos, lo que a su vez se traduce en lealtad hacia las marcas. Para cumplir con la norma ISO 9001, es necesario someter a auditorías periódicas el funcionamiento de los sistemas de gestión de la calidad. Puedes llevar a cabo estas evaluaciones de forma interna o contratar a una empresa externa. Para obtener más información acerca de los requisitos del sistema de gestión de calidad ISO 9001, visita esta página.
¿En qué consiste la norma ISO 14001?
La norma ISO 14001 ayuda a las empresas a mejorar sus prácticas medioambientales y operativas. Si tu empresa se ajusta a esta norma, estará cumpliendo los requisitos legales y reglamentarios oportunos. Además, respetar esta norma puede mejorar la reputación de tu marca entre los consumidores, inversores y socios de la cadena de suministro. Por otro lado, mejorar tus prácticas operativas no solo hará que proyectes una buena imagen, sino que podría ayudarte a reducir gastos. La norma ISO 14001 recoge la mayoría de prácticas que pueden afectar al medioambiente, como la contaminación atmosférica, las repercusiones en el agua (incluidas las aguas residuales), la gestión de residuos, el uso de recursos y la eficiencia en general. Por lo tanto, anima a las organizaciones a plantearse el impacto que tienen sobre el clima y cómo pueden modificar su cadena de suministro para contribuir a frenar el cambio climático. Encontrarás más información sobre los requisitos de la norma ISO 14001 en esta página web.
Elaborar planes maestros de producción
El siguiente paso será crear tus planes maestros de producción (conocidos generalmente como PMP o MPS, por sus siglas en inglés), una pieza fundamental de los procesos de planificación y control de la producción dentro de la cadena de suministro. El resultado debe ser un programa detallado que incluya exactamente los productos que se van a fabricar, el momento en que se fabricarán y las cantidades óptimas. Su objetivo es garantizar que los calendarios de producción se ajusten a los niveles de existencias necesarios y que los recursos se utilicen de la forma más eficiente posible.
Aspectos que deben considerarse al crear un plan maestro de producción:
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La previsión de la demanda: es el primer aspecto que debe tenerse en cuenta.La previsión de la demanda puede abordarse de distintas maneras, pero principalmente debe basarse en los datos históricos de ventas, incluidas las ventas por categorías de artículos y las tendencias del mercado. Con Square para comercios, puedes acceder fácilmente a datos históricos y en tiempo real sobre las ventas y el inventario, una información que te servirá como punto de partida para calcular la demanda. También puedes utilizar los informes del Panel de control de Square para identificar las áreas de mejora y optimizar tus niveles de inventario. De esa forma, no perderás ventas y evitarás acumular un exceso de existencias.
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La capacidad de producción: al igual que los almacenes, tus instalaciones de fabricación tendrán sus propias restricciones de capacidad, y tendrás que trabajar teniendo en cuenta esos límites. Al crear un plan maestro de producción, debes tener en cuenta la mano de obra, la maquinaria y los materiales disponibles para calcular la cantidad de artículos que se fabricarán en un determinado período (generalmente, por semana o por mes).
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Los plazos de entrega: considera los plazos de entrega de las materias primas y los distintos componentes para asegurarte de que estarán disponibles cuando los necesites y cumplir así con el calendario de producción.
Ten en cuenta que ningún plan de producción es perfecto y que deberás revisarlo a medida que vayan cambiando tus previsiones y los plazos de los proveedores. Siempre es aconsejable contar con existencias de reserva por si surgen imprevistos. De ese modo, podrás mitigar la pérdida de ventas.
Implementar y hacer un seguimiento de los sistemas de gestión de la calidad
Los sistemas de gestión de la calidad (SGC) son un conjunto de prácticas que garantizan a las partes interesadas de la empresa una mayor visibilidad del rendimiento de las partes implicadas, y son fundamentales para mantener la calidad de los productos y procesos en toda la cadena de suministro. Los sistemas de gestión de la calidad también evitan gastos innecesarios y reducen el riesgo de que surjan problemas relacionados con la seguridad o el cumplimiento de las normativas pertinentes.
Cuestiones que debes tener en cuenta a la hora de establecer un sistema de gestión de la calidad:
● Definir y acordar con tus proveedores las normas de calidad de los productos. Este paso debe darse en la etapa de abastecimiento, al planear la cadena de suministro.
● Implantar sistemas de control para supervisar e inspeccionar los productos en las distintas fases de la cadena de suministro. Saca partido a herramientas como el informe de ventas de los proveedores que te ofrece Square para comercios para conocer los indicadores clave de rendimiento (KPI) operativos predeterminados.
● Llevar a cabo auditorías periódicas para evaluar el rendimiento de los proveedores y rectificar cuando surjan problemas imprevistos.
Si se aplican adecuadamente, los sistemas de gestión de la calidad ayudan a crear cadenas de suministro más ágiles y coherentes, a reducir los plazos de fabricación y a garantizar la puntualidad de las entregas.
Si se aplican adecuadamente, los sistemas de gestión de la calidad ayudan a crear cadenas de suministro más ágiles y coherentes, a reducir los plazos de fabricación y a garantizar la puntualidad de las entregas.
En la cadena de suministro y, en particular, en la fase de fabricación, hay muchos factores variables. Gestionar los planes de producción, aprovechar al máximo los recursos de los que se disponen, mantener los niveles de calidad y mejorar continuamente la eficiencia, entre muchas otras tareas, supone un trabajo considerable. No obstante, si se hace de forma adecuada, es posible fabricar productos de calidad y generar confianza entre todas las partes que forman la cadena de suministro y los consumidores, sin renunciar a unos buenos resultados económicos.