Definición de activos netos

Este artículo se ha creado con fines informativos y no debe entenderse como asesoramiento financiero, legal ni fiscal. Si necesitas ese tipo de asesoramiento, recurre a un profesional.

El término «activos netos» hace referencia al valor de los activos de una empresa una vez deducido el valor de sus pasivos. Los activos netos también se denominan «valor liquidativo» o «fondos propios».

Ejemplo de activos netos

La fórmula básica para calcular los activos netos de una empresa es la siguiente:

Total de activos - Total de pasivos = Activos netos

A veces, es recomendable ajustar un poco este cálculo; por ejemplo, si los inversores quieren conocer los activos circulantes netos o los activos fijos netos de una empresa. Normalmente, las empresas suelen desglosar los activos y los pasivos en su balance de situación.

Concepto de activos y pasivos

En contabilidad, un activo es cualquier cosa con un valor monetario. A veces, este valor monetario es intrínseco al activo: por ejemplo, el valor de un depósito en efectivo es exactamente el que figura en la cuenta bancaria. Otras veces, en cambio, es posible que haya que asignar un valor razonable al activo.

Valorar los activos de una forma razonable es una de las tareas más importantes en contabilidad, ya que tanto sobrevalorar como infravalorar los activos de una empresa puede dar una imagen engañosa de su verdadera situación financiera.

Los pasivos son obligaciones que deben cubrirse con los recursos financieros de la empresa. La mayoría de los pasivos suelen ser deudas, aunque no consten explícitamente como tales, lo cual significa que tienen un valor intrínseco (aunque este pueda fluctuar si su tipo de interés es variable).

Activos netos y provisión para insolvencias

Si una empresa utiliza el principio de contabilidad por devengo y ofrece créditos, es posible que tenga que hacer provisiones para insolvencias. Para ello, puede incluir una línea de gastos para insolvencias en su cuenta de pérdidas y ganancias, además de su línea correspondiente en la sección de activos del balance de situación.

Por lo general, las líneas de gastos por insolvencias se incluyen en la sección de gastos generales, administrativos y de ventas de la cuenta de pérdidas y ganancias, y justo debajo de la sección de cuentas por cobrar del balance de situación. La provisión para insolvencias se considera técnicamente una contrapartida, ya que reduce el valor de un activo.

Si hay que cancelar la deuda, el importe de la cancelación se deducirá de la línea de cuentas por cobrar de la cuenta de pérdidas y ganancias. Se deducirá el mismo importe de la línea de provisión para insolvencias de la sección de activos del balance de situación para trasladarla a la sección de pasivos.

Técnicamente, la provisión para insolvencias no afecta a los activos netos de una empresa, ya que se contabiliza como activo hasta que haya que cancelar la deuda (si hubiera que hacerlo). En la práctica, sin embargo, los inversores pueden tenerla en cuenta a la hora de calcular los activos netos reales de una empresa.

Activos netos y activos de valor variable

Existen dos motivos por los que un activo puede tener un valor variable. En primer lugar, es posible que el valor del activo fluctúe con el tiempo debido a su naturaleza. Por ejemplo, todas las acciones de una empresa pueden tener el mismo valor, pero este puede variar en función de cómo perciba el mercado de valores los resultados de la empresa.

En segundo lugar, es posible que se espere que el valor de un activo disminuya con el tiempo, lo que se conoce como depreciación (para activos tangibles) y amortización (para activos intangibles).

En el primer caso, las empresas solo tienen que calcular el valor de los activos de la forma más razonable posible en su estado financiero. En el segundo caso, suele haber una fórmula aceptada para calcular la pérdida de valor de un activo.

Una vez que se ha calculado la pérdida de valor prevista, se puede incluir en una línea independiente del balance de situación, al igual que la provisión para insolvencias. Por ejemplo, si una empresa incluye bienes inmuebles en su balance de situación, puede incluir su depreciación como contrapartida.