Este artículo se ha creado con fines informativos y no debe entenderse como asesoramiento financiero, legal ni fiscal. Si necesitas ese tipo de asesoramiento, recurre a un profesional.
En general, un pasivo puede ser cualquier cosa de la que tu empresa se haga responsable, habitualmente riesgos u obligaciones legales. Por ejemplo, las empresas suelen contratar un seguro de responsabilidad civil general para protegerse ante posibles consecuencias legales si alguien sufre una lesión en sus instalaciones.
En contabilidad, en cambio, un pasivo hace referencia al dinero u otros activos que tu empresa debe a otra entidad, que puede ser un proveedor, un organismo financiador o incluso una persona física, como un empleado. En la contabilidad de una empresa, los pasivos se registran en el lado derecho del balance de situación, al contrario que los activos.
Un pasivo es lo que una empresa paga a otra entidad, ya sea un importe o en forma de productos y servicios. Equilibrar activos y pasivos es lo que permite a las empresas mantener un flujo de caja adecuado y cubrir sus gastos operativos.
Ejemplos de pasivo
Ahora que sabes lo que son los pasivos, ¿cómo puedes identificar los de tu empresa? Debes saber que en las operaciones de una empresa se genera una gran variedad de pasivos, que se suelen dividir en dos categorías.
Pasivos corrientes
Los pasivos corrientes son obligaciones a corto plazo que la empresa suele tener que pagar en el plazo de un año.
Estos son algunos ejemplos de pasivos corrientes:
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Salario de los empleados
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Préstamos a corto plazo
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Inventario
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Descubiertos y comisiones bancarias
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Cuentas por pagar (el dinero que se debe a proveedores y vendedores)
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Anticipos de clientes
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Pasivos de operaciones suspendidas (como productos que ya no se fabrican o departamentos que se han cerrado)
Aunque las deudas a largo plazo no se consideran pasivos corrientes, sí lo son sus intereses y plazos.
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Pasivos no corrientes
Los pasivos no corrientes o a largo plazo son aquellos que se prolongan en el tiempo. Por lo general, si se tarda más de 12 meses en liquidar un pasivo, este se clasifica como no corriente.
Las deudas a largo plazo, como las hipotecas y los planes de financiación de vehículos e instalaciones, son las formas más comunes de pasivos no corrientes. Aquí te damos otros ejemplos:
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Planes de pensiones para empleados
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Pasivos sobre garantías de productos
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Alquiler de vehículos o instalaciones a largo plazo
¿Podemos decir entonces que los pasivos son lo mismo que los gastos?
Técnicamente, los gastos se pueden clasificar como pasivos: muchos gastos operativos se incluyen entre los pasivos corrientes de una empresa, mientras que los gastos de capital se consideran pasivos no corrientes. Sin embargo, aparte de esto, ambos términos no son intercambiables.
Los gastos son los costes asociados a la actividad de la empresa, y se utilizan para calcular los ingresos netos tras deducirlos de los ingresos. Se registran en la cuenta de ingresos de la empresa, mientras que los pasivos y los activos se incluyen en el balance de situación. Cuando los gastos se aplazan o se pagan a crédito, se convierten en pasivos.
Preguntas frecuentes sobre los pasivos
¿Qué son los pasivos corrientes?
Los pasivos corrientes son obligaciones financieras a corto plazo que se suelen pagar en un período de 12 meses, como las cuentas por pagar a proveedores. Si se tarda más en liquidar un pasivo, se considerará no corriente o a largo plazo.
¿Qué son los pasivos contingentes?
Los pasivos contingentes son los que una empresa puede asumir o no según el resultado de un evento en el futuro. Las retiradas de productos, las devoluciones en garantía, las notas de crédito o las tarjetas regalo no utilizadas se consideran pasivos contingentes. Sin embargo, el ejemplo más común son las acciones legales o las demandas no resueltas contra una empresa.
¿Cómo se utilizan los pasivos para calcular los fondos propios?
Los fondos propios son lo que realmente es propiedad de la empresa (los activos) y lo que debe a otras entidades (pasivos). Para calcular los fondos propios de una empresa, hay que deducir los pasivos de los activos.
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