Cómo empezar con la facturación para tu negocio de fotografía
Si tienes un negocio de fotografía, necesitas saber cómo preparar una factura. Una factura es un registro del tiempo o los servicios prestados a tus clientes, y también la forma de cobrar por estos servicios.
Generar facturas de fotografía para cada cliente puede parecer demasiado trabajo adicional, pero acostumbrarse a hacerlo sienta las bases de un negocio más sólido a largo plazo. Las facturas te ayudan a estar al tanto de los pagos en tiempo real (ya que te permiten cobrar) y llevar un registro de esos pagos, lo cual viene muy bien a la hora de calcular tus ingresos a final de año.
Y aunque crear una factura suponga un paso adicional, no es demasiado trabajo, sobre todo si usas un software de facturación que te permite crear plantillas.
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6 cosas a tomar en cuenta para generar una factura de fotografía
Hay algunas cosas que son comunes en todas las facturas independientemente del tipo de negocio, por ejemplo la información de contacto, el desglose de los productos y servicios y las instrucciones de pago.
Pero el formato estándar de una factura podría no cubrir completamente los servicios que ofreces como fotógrafo. Plantéate lo siguiente a la hora de crear una factura para tu negocio de fotografía:
1. Determina tus precios
Antes de crear una factura, debes establecer cuáles son tus tarifas y precios. Plantéate tarifas para eventos, por día completo, por hora y por horas extra. Algunos proyectos podrían exigir un equipo diferente o distintas cantidades de trabajo. Por ejemplo, puedes cobrar una tarifa más alta por fotos analógicas, ya que los carretes son más caros. También deberías plantearte tus tarifas para proyectos que requieran más tiempo de pre y post producción.
Asegúrate de que estén claramente especificadas en tu web, en una hoja de precios o en un presupuesto que puedas compartir con tus clientes. Cuando desgloses tus servicios en la factura, asegúrate de emplear el mismo sistema que hayas compartido anteriormente con tus clientes.
2. Plantéate pedir un depósito
Si crees que el proyecto podría llevar bastante tiempo, plantéate pedir un depósito. Esto es bastante habitual para bodas y eventos y te ayudará a afrontar los costes de materiales y reservar la fecha.
Puedes facturar al cliente por este depósito y después cobrarle el importe restante una vez finalizado el trabajo.
3. Crea una plantilla
Crea una plantilla para tus facturas o, si no quieres crear una desde cero, puedes usar una plantilla de factura gratuita que puedes personalizar y descargar. Si buscas un programa para llevar un registro de todas tus facturas, podrías considerar un software de facturación que te permita enviar facturas y hacer un seguimiento de los pagos.
4. No olvides incluir lo básico
Al igual que sucede con otras facturas, es importante incluir cierta información que os beneficie tanto a ti como a tu cliente. Para empezar, incluye:
- Tu nombre o el nombre de la empresa
- Tu número de teléfono
- Tu dirección profesional
- Tu dirección de correo electrónico
También deberías incluir la misma información de la persona a la que estás facturando.
5. Aporta detalles
Es conveniente ser transparente con los clientes, así que incluye una partida presupuestaria por cada uno de los recursos por los que les estás facturando. Desglosa todos los productos, servicios y mano de obra. Por ejemplo, si además de sacar fotos también las imprimes y las retocas por un importe adicional, crea una partida aparte.
6. Incluye instrucciones de pago
Con las facturas de fotografía, corres el riesgo de no cobrar inmediatamente o a tiempo. Para aclarar cualquier duda que pueda surgir en torno a los plazos de pago, incluye un resumen claro donde especifiques cómo te pueden pagar y cuándo esperas recibir ese pago.