Este artículo se ha creado con fines informativos y no debe entenderse como asesoramiento financiero, legal ni fiscal. Si necesitas ese tipo de asesoramiento, recurre a un profesional.
El beneficio neto es una métrica básica para determinar el estado financiero de una empresa. Representa los beneficios que quedan después de restar los costes asociados a la venta de productos y al funcionamiento de la empresa. El beneficio neto es un indicativo más claro que la facturación para saber si una empresa es rentable.
Para una empresa, es importante generar ingresos con sus ventas, pero estos pueden ser engañosos a la hora de evaluar el estado financiero: si tus deudas, gastos operativos, inversiones de capital y otros pasivos son elevados, pueden consumir gran parte de tus ingresos e incluso crear un déficit que te obligaría a recurrir a préstamos para cubrir los costes del negocio.
Para calcular el beneficio neto, tienes que excluir los gastos que no entren en el coste de los productos vendidos. Hay dos formas de calcularlo, y necesitarás tu cuenta de ingresos para ello.
- Resta el coste de los productos vendidos, los impuestos aplicables, los gastos operativos, los intereses de las deudas y cualquier otro gasto relacionado con los ingresos del período en cuestión.
- Divide el resultado entre los ingresos totales de ese período.
- Multiplica esa cifra por 100 para convertirla en porcentaje.
Una fórmula más rápida para calcular el beneficio neto es consultar los ingresos netos del período en el balance de tu cuenta de ingresos, dividir esa cifra entre tus ingresos totales y multiplicar el resultado por 100 para convertirlo en porcentaje.
Ejemplo de beneficio neto
Pongamos en práctica la definición de beneficio neto con un ejemplo hipotético. Imagina que esta es la cuenta de ingresos de tu empresa:
- Ingresos totales: 100 000 €
- Costes operativos: 30 000 €
- Coste de los productos vendidos: 15 000 €
- Obligaciones fiscales: 13 000 €
- Beneficios netos: 42 000 €
Con estas cifras, tu margen de beneficio neto sería de 0,42 (el 42 %): tu empresa obtiene un beneficio de 42 céntimos por cada euro que gana. Cuanto más se aleje el margen neto del umbral de rentabilidad (que es cuando los costes son iguales a los ingresos), mayor será la rentabilidad de la empresa.
Consulta cómo calcular tu rentabilidad con los informes del Panel de control de Square.
Diferencia entre el margen de beneficio neto y el margen de beneficio bruto
Para llevar bien la contabilidad, es esencial diferenciar entre los márgenes de beneficio neto y los márgenes de beneficio bruto.
Mientras que el margen de beneficio neto es la proporción del beneficio neto con respecto a los ingresos, el margen de beneficio bruto es la proporción de los ingresos restantes tras deducir el coste de los productos vendidos.
Esto incluye los gastos asociados directamente a la comercialización de tus productos, pero no los costes operativos como las nóminas, las facturas de suministros o el alquiler.
Para calcular el margen de beneficio bruto, divide el beneficio bruto entre los ingresos totales.
Preguntas frecuentes sobre el beneficio neto
¿Hacienda grava los beneficios netos o los brutos?
Tanto si tienes una empresa como si trabajas por cuenta propia en el régimen especial de autónomos, debes tributar por tus beneficios brutos una vez descontados los gastos deducibles. Las obligaciones fiscales son parte del beneficio neto.
¿Por qué es importante calcular el margen de beneficio neto?
Calcular el margen de beneficio neto de una empresa es fundamental para conocer su rentabilidad, ya que permite saber los beneficios que genera por cada euro de ingresos procedentes de las ventas.
¿Qué puedo hacer para mejorar los beneficios netos?
Para mejorar los beneficios netos, hay que aumentar los ingresos y reducir los costes fijos. Esto puede resultar complicado, ya que recortar de forma drástica los gastos operativos puede ir en detrimento de tu marca, tanto desde el punto de vista de los clientes como del personal. Para conseguir un equilibrio, céntrate en reducir gastos innecesarios e intenta mejorar tus ingresos sin aumentar mucho los costes (por ejemplo, con técnicas como el upselling o mediante recomendaciones de los clientes).
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